He decidido que tu pecho es el mejor
refugio para pasar los
meses de invierno.
Que tus caricias,
esas que erizan mi piel,
podrán alimentarme mientras tanto.
Ríes y me das la vida.
Bailas despertando alegría.
Rompes mis esquemas.
Desordenas mis días.
¿Te quedarás? ¿Me concedes este baile?
Escucho tus pasos acercándose a los míos, sabe a esperanza pero huele a olvido.
¿Te quedas?
¿O solo vienes a decir que todo está perdido?
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